«Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete. Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo. Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono». Apocalipsis 3: 19-21
VI QUE MUCHOS tienen tanta escoria acumulada ante la puerta del corazón que no pueden abrirla. Algunos tienen que eliminar las dificultades que tienen con sus hermanos. Otros tienen que eliminar el mal genio o la codicia antes que puedan abrir la puerta. Otros colocan el mundo delante de la puerta de su corazón, y así la cierran. Toda esta escoria tiene que ser quitada. Entonces podrán abrir la puerta y dar la bienvenida al Salvador. En la visión me fue mostrado cuán preciosa es la promesa: «Entraré a él y cenaré con él y él conmigo» (Apoc. 3: 20). ¡Qué admirable es el amor de Dios! A pesar de toda nuestra tibieza y nuestros pecados nos dice: «¡Vuélvanse a mí, hijos rebeldes! ¡Yo sanaré sus rebeliones!» (Jer. 3: 22, RVC). El ángel lo repitió unas cuantas veces: «¡Vuélvanse a mí, hijos rebeldes! ¡Yo sanaré sus rebeliones!».
Vi que algunos volverán gozosamente. En cambio, otros no permitirán que este mensaje dado a la iglesia de Laodicea ejerza influencia sobre ellos. Seguirán actuando más o menos como antes, y la boca del Señor los vomitará. Únicamente aquellos que se arrepientan celosamente recibirán el favor de Dios. […]
Jesús murió para hacernos un camino de salida, a fin de que pudiéramos vencer todo mal genio, todo pecado, toda tentación y sentamos al fin con él.
Es nuestro privilegio tener fe y salvación. El poder de Dios no ha disminuido. Vi que su poder nos sería concedido tan libremente como antes. La iglesia de Dios es la que ha perdido su fe para pedir su energía para luchar y clamar como Jacob: «No te dejaré, si no me bendices» (Gén. 32: 26). La fe perseverante se ha ido muriendo. Debe revivir en el corazón de los hijos de Dios.— Testimonios para la iglesia, t. 1, pp. 135-136.