Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era estéril. GÉNESIS 29: 31
Lea podía ser despreciada por su esposo, pero sin duda era amada por Dios, Dios vio lo que le ocurría a Lea, y sintió en su corazón generoso pena y dolor por ella, Por eso vino a darle una manifestación de su inmenso amor. Es maravilloso este pensamiento. Si sientes que no te aman como necesitas ser amada (o amado), debes saber que Dios sí te ama. Eso te dará aliento para vivir. Sin duda, Lea experimentó el poder del amor de Dios. Él la honró y le dio lo mejor que podía darle, que era lo que ella más necesitaba.
Raquel era amada por su esposo, pero era estéril. Y, como vemos en la historia de su vida, al final, Dios también escuchó sus oraciones, porque a ella también la amaba. La historia de los problemas entre Raquel y Lea nos enseña muchas lecciones. Lo primero que nos enseña es que la vida puede ser dura, incluso para las personas a quienes Dios ama y bendice. Lea y Raquel sufrieron toda su vida, y sus vidas fueron afectadas por los errores de ellas mismas y de los demás. Pero Dios intervino para disminuir los resultados de sus errores en todo lo que era posible.
Es exactamente lo mismo que Dios hace por nosotros. Nos ayuda y nos bendice de la mejor manera posible dentro del torbellino de problemas en que este mundo está sumido. Pero su amor tiene una característica: aunque nos ayuda a resolver los problemas del presente de la mejor manera posible, el amor divino siempre tiene el futuro en mente. ¿Te sientes privado de algo porque no tuviste una buena educación? ¿Te sientes mal porque nunca has logrado sobresalir en nada? ¿Sientes que te falta belleza porque no eres una persona elegante? ¿Sientes que no tienes éxito porque no has logrado conseguir un buen trabajo que le produzca medios económicos y satisfacciones? ¿Te sientes despreciado?
Acuérdate de Lea. No te desalientes. Dios te ama y está procurando darte lo que más necesitas. Quizá logre, como todo buen padre, no solo darte lo que necesitas, sino lo que deseas. Acuérdate de Lea. Piensa en esto: Si tienes hijos, un lugar donde pasar la noche, si tienes salud, si te acuestas por la noche con un estomago satisfecho, entonces puedes tener la seguridad de que eres amado por Dios.
A veces no apreciamos estas grandes bendiciones, pero debemos saber que Dios tiene el futuro en mente. Quiere resolver nuestros problemas para siempre. Mejor de lo que jamás imaginamos. Acuérdate de Lea.
Tomado de: Lecturas Devocionales Familiares 2020 «Siempre Gozosos: Experimentando el amor de Dios» Por: Juan O Perla Colaboradores: Augusto Palacios & Erika de la Cruz