«Mediante la nación escogida, Dios había querido impartir bendiciones a toda la humanidad Estaba cercado por los preceptos de su ley, los principios eternos de la verdad, la justicia y la pureza. La obediencia a estos principios debía ser su protección, porque le impediría destruirse a sí mismo por prácticas pecaminosas l. Cristo era su instructor [.. .]. En el tabernáculo y el templo, su gloria moraba en la santa shekina sobre el propiciatorio. El manifestaba constantemente en su favor las riquezas de su amor y paciencia» (Profetas y reyes, introducción, p. 10).
APLÍCALA A TU VIDA
En la sección Más luz de esta semana vemos que Israel tenía la responsabilidad de representar el carácter de Dios ante las naciones alrededor de Israel. ¿Podría Dios decir lo mismo de ti? ¿Te sentirías cómodo con esa responsabilidad? ¿Podrías tú ser el rostro que le tiene que mostrar al mundo quién es Jesucristo? ¿Te ves diferente o igual al mundo que te rodea? ¿Saben los demás que eres cristiano? ¿De qué manera podrían notarlo? ¿Qué significa realmente ser una bendición para aquellos que te rodean?
Lección de Escuela Sabática para Jóvenes.
1ra. trimestre 2020 “REYES Y PROFETAS”
Lección 1: «UN OBSEQUIO PARA LAS NACIONES»
Colaboradores: Gisela B. Barbosa & Magda Sanz T