Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación. Romanos 10:1.
Te sientes un elegido?
El tema del capítulo 10 de Romanos es una extensión del capítulo anterior: la elección de Israel. El versículo 1 expresa el sentir más profundo del apóstol Pablo por su pueblo. Él era judío. Israel había sido elegido para llevar salvación al mundo. Pero fracasó en su misión. Tropezó con la Roca, que es Cristo Jesús (Rom. 9:33). El mensaje de Pablo en estos capítulos de Romanos es claro: el plan de Dios es la salvación de «todo aquel que en él cree» (Juan 3:16). Las puertas están abiertas para todo aquel que quiera la salvación. Porque «al que a mí viene, no le echo fuera» (Juan 6:37). Si deseas la salvación, estás entre los elegidos. Los salvados atribuirán su salvación a la elección, pero los perdidos no podrán atribuir su perdición a la falta de elección. Hay libertad de elección. Pero ¿podemos estar orgullosos de haber sido elegidos? De ninguna manera, porque Dios eligió a toda la humanidad para la salvación. No nos eligió por nuestros méritos particulares.
Israel tropezó con Cristo porque se creyó superior a Cristo. Esto no significa que, como individuos, cada judío haya perdido la salvación. Por eso Pablo desea que cada judío alcance la salvación mediante Cristo.
¿Qyé significa tropezar con Cristo? Elena de White lo expresa con claridad: «Una religión legal no puede nunca conducir las almas a Cristo, porque es una religión sin amor y sin Cristo. El ayuno o la oración motivada por un espíritu de justificación propia, es abominación a Dios. La solemne asamblea para adorar, la repetición de ceremonias religiosas, la humillación externa, el sacrificio imponente, proclaman que el que hace esas cosas se considera justo, con derecho al cielo, pero es todo un engaño. Nuestras propias obras no pueden nunca comprar la salvación» (DTG 250, 251).
La religión del legalista es una atadura con cintas coloridas de regalo en la vida de los seres humanos, para impedirles que accedan a las cosas que quieren. Esa clase de religión nos convierte en murciélagos ciegos a la belleza radiante de la bondad, y en rocas insensibles a las penurias de la humanidad. Ora cada día para no tropezar con Jesús.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Adultos 2019 «Las Oraciones más Poderosas de la Biblia» Por: Ricardo Bentacur.
Colaboradores: Rosalba Barbosa & Gladys Cedano