Elena G. de White explicó que la temperancia es «abstenernos por completo de todo lo perjudicial, y usar moderadamente lo que es saludable» (Patriarcas y profetas, cap. 54, p. 545). O sea, que ser temperantes es abstenernos de lo malo y usar moderadamente lo bueno.
¿cuál era el problema con «la comida y el vino» (vers. 8) del rey de Babilonia?
El vino tenía alcohol. En la Biblia, la palabra para «vino» se puede referir a jugo de uva fermentado o sin fermentar. Y la Biblia es clara cuando habla del fermentado: «No te fijes en el vino. ¡Qué rojo se pone y cómo brilla en la copa! ¡Con qué suavidad se resbala! Pero al final es como una serpiente que muerde y causa dolor» (Prov. 23: 31-32). ¡Este texto no se refiere al jugo de uva común!
La comida, muy probablemente, había sido consagrada a los ídolos.
Los animales no habían sido debidamente desangrados, de acuerdo con las instrucciones bíblicas: «La carne que coman los israelitas o los extranjeros que vivan en el país, no deberá tener ni una gota de sangre» (Lev. 17: 12, TLA).
La alimentación de los babilonios incluía carne de animales inmundos (ver Lev. ll).
¿Cómo era la alimentación de Daniel?
Leemos en el texto bíblico: «Ruego a usted que haga una prueba con estos servidores suyos: ordene usted que durante diez días nos den de comer solamente legumbres, y de beber solamente agua» (Dan. 1: 12). El término «legumbres» tiene su raíz en la misma palabra que se usa para «semilla», y es una clara referencia a la alimentación del Génesis. «Después les dijo: «Miren, a ustedes les doy todas las plantas de la tierra que producen semilla, y todos los árboles que dan fruto. Todo eso les servirá de alimento»» (Gén. 1: 29). El libro de Daniel comienza con una escena clara y rotunda: Daniel y sus tres amigos eligen la alimentación que Dios nos dio en el Edén.
Obviamente, ni el vegetarianismo ni el veganismo nos salvan. No obstante, el libro de Daniel revela la correlación que existe entre la alimentación y el discernimiento espiritual. La clave para comprender este libro profético no se limita meramente a la dimensión intelectual, sino que también incluye la dimensión física: cómo alimentamos nuestro cuerpo.
Después que hayas repasado el texto que has copiado y resaltado.
«¿Qué te parece lo que has marcado o subrayado y relacionado?
¿Qué preguntas te surgen después de haber estudiado dicho pasaje?
¿Cuáles son las partes del pasaje que te parecen más difíciles?
«¿Qué otros principios y conclusiones puedes identificar en este texto bíblico?
¿A qué aspecto de la dimensión física debes prestarle una atención espiritual?
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2020. 1er trimestre 2020 “DANIEL: Principios prácticos para la vida en el tiempo del fin” Lección 1: «LA BASE PARA COMPRENDERLO» Colaboradores: Zabdy Moscoso & Misael Morillo