Este refrán hace referencia a la persona que fue lastimada con o sin intención y quiere vengarse. Es conocida como la ley del Talión.
Cuando Dios entregó las leyes a Moisés para el pueblo, este refrán ya se utilizaba en todos los pueblos existentes. Si alguien dañaba intencionalmente el ojo de alguien, este debía ser castigado con un daño similar. Si bien esta descripción parece ser muy agresiva, estaba prohibido infligir o hacer un mal mayor que el realizado.
Sin embargo, cuando Jesús estuvo aquí en la Tierra enseñó que debíamos tratar bien a aquellas personas que nos hacían daño. Esta enseñanza sorprendió mucho a los judíos.
Lee más en la Biblia, Éxodo 21:24; Deuteronomio 19:21; Mateo 5:38-42.
Jesús nos dice que la venganza no es buena. Al contrario, tenemos que aprender a perdonar, a olvidar y reconciliarnos con aquellos que nos lastiman: La Biblia dice: «Así que somos embajadores de Cristo … Así pues, en el nombre de Cristo les rogamos que acepten el reconciliarse con Dios» (2 Corintios 5:20).
Desafío: Recuerda si has lastimado o herido a alguien. Luego fabrica una tarjetita decorada con este versículo. Después regálasela a alguien que has perdonado o les has pedido perdón. Dibuja aquí un ojo para recordar esta meditación.