Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno.
2 Tesalonicenses 3: 3, NVI.
El Parque Nacional de Yellowstone yace sobre un inmenso volcán. De hecho, sobre el mayor volcán de los Estados Unidos; vivo, aunque sin erupcionar desde hace muchísimo tiempo. El parque se encuentra encima de la caldera, donde estuvo la lava. Una vez que entras en el parque, puedes ver una variedad de animales interesantes, incluyendo bisontes, osos, alces y lobos. También hay más de trescientos géiseres, que dan fe de la actividad volcánica que se produce bajo la superficie. ¿Qué es un géiser? Pues es como una fuente termal que suelta al aire columnas de agua caliente y vapor.
Al acercarme a la zona de géiseres, de inmediato advertí algo diferente. Al mirar el valle, vi docenas de fumarolas de vapor. Entonces supe que a no tanta profundidad había mucha actividad volcánica. Había senderos elevados de madera entablada sobre los que debíamos permanecer, que llevaban hacia las distintas fumarolas de géiser. Pude acercarme bastante a algunos géiseres, mientras que, en otros, la plataforma de madera nos impedía acercarnos demasiado, para nuestra propia protección.
Pronto se formó una gran multitud alrededor del famoso géiser Old Faithful, que traducido al español es «El Viejo Fiel». Millones de personas vienen cada año a ver la actividad de este géiser, porque es muy «fiel», o sea, muy predecible, muy coherente. La mayoría de los géiseres son un poco impredecibles; algunos solo erupcionan una o dos veces al día. Pero Old Faithful obtuvo su nombre porque erupciona fielmente cada hora durante un periodo de 5 minutos. El turista sabe que, si va a ver al Viejo Fiel, no se irá de allí decepcionado.
Dios también es fiel. Nos ha dado señales de que nos creó y muestras constantes de que podemos confiar en él. Satanás está ansioso por hacernos caer, pero Dios promete fortalecernos y protegernos si confiamos en él. ¿Confiarás en él hoy? ¿Saldrás a la calle con la certeza de que en Dios puedes confiar pase lo que pase?