Era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia. 1 Samuel 25:3.
Abigail
Cuando David era un fugitivo huyendo de Saúl, había acampado cerca de las posesiones de Nabal y había protegido sus pastores y rebaños. En tiempos de necesidad, David envió mensajeros a Nabal en cortés solicitud de alimentos para él y sus hombres. Nabal respondió con insolencia y devolvió mal por bien al rehusar compartir su abundancia con susvecinos.
Cuando los mensajeros retornaron con esta respuesta insolente, se despertó la indignación de David y resolvió buscar una rápida venganza.
Después de que Nabal hubo despedido a los jóvenes de David, uno de los criados de Nabal se dirigió apresuradamente a Abigail, esposa de Nabal, y la puso al tanto de lo que había sucedido (ver I Samuel 25:14’17).
Sin consultar a su marido ni decirle su intención, Abigail hizo una provisión amplia de abastecimientos y, cargada en asnos, la envió a David bajo el cuidado de sus siervos, y fue ella misma en busca de la compañía de David. La encontró en un lugar protegido de una colina.
Abigail se dirigió a David con tanta reverencia como si hubiese hablado a un monarca coronado. […] Con palabras bondadosas procuró calmar los irritados sentimientos de él, y le suplicó en favor de su marido Abigail no atribuyó a sí misma el razonamiento que desvió a David de su propósito precipitado, sino que dio a Dios el honor y la alabanza. Luego le ofreció sus ricos abastecimientos como ofrenda de paz a los hombres de David, y aún siguió rogando como si ella misma hubiese sido la persona que había provocado el resentimiento del jefe.
Esa misma noche, [Nabal] realizó una fiesta extravagante para sí mismo y sus pendencieros amigos. Comieron y bebieron hasta que se hundieron en el estupor de la borrachera. Al día siguiente su esposa le contó cuán cerca había estado de la muerte y cómo se había evitado la calamidad. […]
Esta historia nos permite ver que hay circunstancias en las que es correcto que una mujer actúe rápidamente, con decisión e independencia, cuando sabe cuál es el camino del Señor.
El Señor desea que la esposa le dé el debido respeto a su esposo, siempre que esto esté de acuerdo con la voluntad de Dios. —