«Jesús les declaró que la obra de aliviar a los afligidos estaba en armonía con la ley del sábado. Estaba en armonía con la obra de los ángeles de Dios, que están siempre descendiendo y ascendiendo entre el cielo y la tierra para servir a la humanidad doliente. Jesús dijo: «Mi Padre hasta ahora obra, y yo obro». Todos los días son de Dios y apropiados para realizar sus planes en favor de la familia humana. Si la interpretación que los judíos daban a la ley era correcta, entonces era culpable Jehová, cuya obra ha vivificado y sostenido toda cosa viviente desde que echó los fundamentos de la tierra. Entonces el que declaró buena su obra, e instituyó el sábado para conmemorar su terminación, debía hacer alto en su labor y detener los incesantes procesos del universo».’
«No será tenido por inocente quien descuide el alivio del sufrimiento ese día».
«Dios no podía detener su mano por un momento, o el hombre desmayaría y moriría. Y el hombre también tiene una obra que cumplir en sábado: atender las necesidades de la vida, cuidar a los enfermos, proveer a los menesterosos. No será tenido por inocente quien descuide el alivio del sufrimiento ese día. El santo día de reposo de Dios fue hecho para el hombre, y las obras de misericordia están en perfecta armonía con su propósito. Dios no desea que sus criaturas sufran una hora de dolor que pueda ser aliviada en sábado o cualquier otro día».’
«Cada séptimo año había una provisión especial para los pobres. El año sabático, como se lo llamaba, comenzaba al fin de la cosecha. En el tiempo de la siembra que seguía al de la siega, el pueblo no debía sembrar; no debía podar ni arreglar los viñedos en la primavera; y no debía contar con una cosecha ni del campo ni de la viña. De lo que la tierra produjera espontáneamente, podían comer cuando estaba fresco, pero no podían guardar ninguna porción de esos productos en sus graneros. La producción de ese año había de dejarse para el consumo gratuito del extranjero, el huérfano, la viuda, y hasta para los animales del campo».3
PARA COMENTAR
Dice Elena G. de White que los actos de misericordia «están en armonía» con la intención de Dios respecto al sábado. En música, la armonía añade algo a la melodía, de tal manera que se enriquece la canción. ¿Cómo pueden los «actos de misericordia» realizados durante el sábado añadir algo a nuestra experiencia en ese día?
Existe una clara relación entre el sábado y los actos de justicia social. ¿Cómo podrían formar parte de nuestras vidas los principios del año sabático?»
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2019. 3er trimestre 2019 “Servir a los necesitados” Lección 3: «El sabado: un dia de libertad» Colaboradores: Israel Esparza & Misael Morillo