Si le das un dólar a un desamparado ¿lo habrás ayudado? Sospecho que para la mayoría de nosotros la repuesta será Sí, -o por lo menos una palabra ambigua como Supongo (pronunciada mientras nos encogemos de hombros). ¿Qué diríamos si esa persona sin hogar utiliza ese dólar para comprar droga o alcohol? ¿Aún consideras que lo has ayudado?
Jesús ayudó porque ayudar es bueno y es lo correcto.
No pretendo ser experto en ética ni en filosofía, pero he leído un poco sobre deontología y consecuencialismo. La deontología «emplea reglas para distinguir lo correcto de lo incorrecto», ve el mundo en términos de blanco o negro. Considera que hay acciones que se deben realizar y otras que no, más allá de las consecuencias positivas o negativas que puedan traer. El consecuencialismo determina, como su nombre indica, «si algo está bien o no, por sus consecuencias». (Te animo a buscar luego en Google «el dilema del tranvía»). No intentaré convencerte de que Dios es de una manera u otra, sin embargo, creo que está bastante claro que Dios nos llama a ayudar, y no creo que nos juzgue en base a las consecuencias de nuestros intentos de prestar esa ayuda. Lo más importante es que él sabe cuál es la mejor manera de ayudar a los necesitados.
Es cierto, la persona sin hogar podría gastar el dólar en algo con lo que podrías no estar de acuerdo, pero no sabes si lo hará o no. ¿Acaso deberíamos ayudar basados en un estereotipo o en una posibilidad? Creo que la respuesta se vuelve más clara si observamos los ejemplos de las veces que Jesús ayudó a los necesitados. ¿Se detuvo a pensar cuál era el día de la semana, en la raza de la persona, en la gravedad de la situación, o en el pasado de la persona? Él sencillamente los ayudó.
No sabemos qué les sucedió a los beneficiados después de que ocurrieron aquellos milagros, y es técnicamente posible que el hombre lisiado de Mateo 9 ¡llegara a su casa y le hablara mal a su madre! Lo dudo mucho, pero lo que trato. de señalar es que considero que Jesús los ayudó porque toda ayuda es buena y es lo correcto. Jesús ayudó, y al ayudar a los demás los llevó al Padre.
Nosotros como cristianos, podemos enredarnos demasiado en los detalles al punto de que subestimemos el poder de Dios. En cualquier situación en la que no estemos seguros respecto a qué hacer, podemos pedirle sabiduría a Dios. Además, deberíamos ser ejemplos de cristianismo para aquellos a quienes estamos ayudando y guiando al Padre.
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¿Alguna vez el miedo a las consecuencias te ha impedido ayudar a alguien?
A medida que el mundo se vuelve más complicado, ¿cómo se considera la idea de ayudar a los demás?
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2019. 3er trimestre 2019 “Servir a los necesitados” Lección 4: «La misericordia y la justicia en Salmos y Proverbios» Colaboradores: Israel Esparza & Misael Morillo