El ilusionismo o magia es un espectáculo de habilidad eingenio que produce efectos aparentemente maravillosos. Muchas personas se ganan la vida haciendo trucos o habilidades con las manos; por ejemplo: hacer desaparecer objetos.
El pueblo de Israel fue advertido, por consejo de Dios, de alejarse de estas prácticas porque en realidad no eran buenas sino engañosas. Los reyes paganos de la antigüedad tenían en sus palacios un grupo de magos, adivinos o agoreros para que les ayudaran a resolver los problemas que se les presentaban. Así ocurrió con el rey Nabucodonosor, que tuvo un sueño y le pedía a su «equipo de colaboradores» que descifraran lo que había soñado. Pero fueron inútiles todos los trucos que hicieron. Solamente Daniel pudo revelar el significado del sueño porque Dios se lo había revelado.
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Si bien Daniel se encontraba en un reino pagano en donde estas prácticas eran comunes, él se mantuvo alejado de lo malo y demostró a quién adoraba. ¡Qué buen ejemplo nos ha dejado Daniel! La Biblia dice: «Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios, y él ha hecho saber a Su Majestad lo que va a pasar en el futuro» (Daniel 2:28).
Desafío: Arma tu propio código. La letra A es el número 1, la letra B es el número 2 y así hasta completar el abecedario. Escribe la palabra «Dios» codificada y luego escribe tu versículo favorito.