Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. Salmo 90:12.
Antoine de Saint-Exupéry, escritor y poeta francés (1900-1944), escribió con sabiduría: «El tiempo no es un reloj que consume su arena, sino un cosechador que ata su gavilla».’ ¡Qué declaración esperanzadora! Todo lo que sembremos, segaremos. Sí, nada se pierde. Pero, para cosechar bien, necesitamos sembrar bien.
El Salmo 90, de Moisés, está lleno de sabiduría. Contrastando la grandeza del Eterno (vers. 2-4) con la fugacidad de la criatura (vers. 10), el patriarca exclama: «Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría» (vers. 12; énfasis agregado). Es decir, danos humildad para saber que nuestro tiempo es breve, pero con un sentido.
No basta con ser conscientes de nuestro breve paso por este mundo para ser sabios. La sabiduría consiste en contar los días de un determinado modo. ¿Qué significa «de tal modo»?
Los griegos tenían tres palabras para referirse al tiempo: cronos, kairós y aión. Esta última significaba originalmente el tiempo o la duración de la vida, y posteriormente designó la eternidad. El término cronos es el que marca la sucesión de los acontecimientos, lo cronológico, y el transcurrir temporal, la duración. Para el filósofo griego Aristóteles, el cronos era «la imagen móvil de la eternidad». En cambio, kairós es el tiempo como oportunidad, el buen momento que hay que aprovechar, el instante que se debe vivir en plenitud. El tiempo cronológico no depende de nosotros, porque somos prisioneros del reloj, que en forma inexorable impone su fluir mecánico, uniforme e infinito. Es muy diferente el kairós, el tiempo que está a nuestra disposición, en el cual inscribimos nuestras huellas y tejemos la urdimbre de nuestro destino y nuestra historia.
La expresión «de tal modo» significa que hay un modo de entender la existencia. Ese modo es la visión de la fe. En otras palabras, Moisés dice: «Enséñanos a contar nuestros días mediante la fe, para alcanzar sabiduría».
¡Bendito Dios, que nos da un tiempo para dejar el mundo mejor de lo que lo recibimos, y alcanzar la eternidad!
¡Qué valioso es tu tiempo! ¡Todo lo que haces aquí tiene su eco en la eternidad! ¡Tu vida vale mucho, para tu familia, tus amigos y todas las personas que Dios pone en contacto contigo!
Oración: Señor, no dejes de llamarme en mi tiempo de oportunidad.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Adultos 2019 «Las Oraciones más Poderosas de la Biblia» Por: Ricardo Bentacur Colaboradores: Rosalba Barbosa & Gladys Cedano