Materiales: un pedazo de cartulina, crayones, pegamento, hojas de revistas.
UN DÍA los alumnos de una escuela le dijeron a Eliseo: «El lugar en que vivimos nos queda pequeño». Dijeron que debían ir hasta la orilla del río Jordán. Allí podrían conseguir madera para ampliar su vivienda.
Eliseo les contestó: «¡Está bien!». Otro joven le dijo: «Por favor, ven con nosotros».
Llegaron al lugar y cortaron los árboles necesarios. Al rato un muchacho gritó diciendo: «¡Ay, el hacha se me cayó al agua! ¡Era prestada!». Todos corrieron hasta donde él estaba.
Eliseo le pregunto: «Donde cayo?». El muchacho señalo el lugar.
Eliseo corto un pedazo e madera y lo echo en el agua. Todos miraban en silencio. Nadie se movía, esperando ver el resultado. De repente, el hacha floto en el agua (2 Reyes 6: 1-7)
Debemos recordar que no es bueno cortar los arboles si no es necesario. Hay que cuidarlos y protegerlos, porque ellos son de mucha utilidad.
Gracias, Jesús, porque nos ayudas cuando lo necesitamos.
Actividad práctica: Dibujar un hacha en la cartulina. Colorearla. Tomar el papel de revista para enrollarlo y hacer pelotitas, pegándolas alrededor del dibujo del hacha.