Pueblo mío, ¿qué te he hecho o en qué te he molestado? Di algo en mi contra. Miqueas 6: 3
Hay algunos cristianos sinceros que tienen miedo de ser alegres. Creen que la alegría no es compatible con el cristianismo. La vida cristiana para ellos es la difícil tarea de andar como pisando sobre huevos sin romperlos. No saben lo que es regocijarse en Cristo. En su opinión, cuanto más dura y sufrida sea la vida, más agradable será a los ojos de Dios. Después de todo, ¿no fue Jesús el que comparó la vida cristiana con un «camino estrecho?
Es una tragedia cuando los cristianos dan la impresión de que andar con Jesús en obediencia a sus mandamientos es una experiencia traumatizante y aburrida.
En el versículo de hoy, Miqueas registra la pregunta que Dios le dirige a su pueblo: «Pueblo mío, ¿qué te he hecho o en qué te he molestado?» ¿Por qué estás con la cara larga, sin brillo, sin alegría, preguntándote: «¿Con qué me presentaré ante Jehová y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante Él con holocaustos, con becerros de un año?… ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?» (vers. 6, 7).
El mensaje que Dios desea que los cristianos transmitan al mundo es éste: el camino de la obediencia es un camino de felicidad. Y esto no sólo tiene que ser anunciado con palabras, sino con la vida. Tenemos que mostrar a los hombres que la vida de transgresión de los principios divinos es una vida de amargura y de tristeza, si no, ¿cuál sería entonces la ventaja de ser cristiano?
El cristianismo no consiste en «Haz esto» o «No hagas aquello». Es una experiencia agradable de obediencia por amar a una persona y de andar con la persona que se ama.
Cuando dos novios de aman, no necesitan que se les pida que estén juntos, ni miran el reloj a cada rato para ver sinya deben irse. No dicen: «¡Qué lástima!, tengo que encontrarme con él/ella». La vida para esos jóvenes es color de rosa. Puede haber dificultades, puede ser que estén desempleados, muchas veces pueden ser azotados por las pruebas de la vida, pero, aún así, se aman y, por el amor que se tienen, tratan de vivir de tal modo que la persona amada se sienta feliz.
¿Quién es Jesús para ti?
¿Qué significa la vida cristiana para ti?
La obediencia a los mandamientos no tiene por objeto aplacar la cólera divina. La obediencia es el resultado de estar apasionado por Jesús y permitirle que Él habite en tu corazón por su Santo Espíritu y te lleve a una vida de obediencia.