Entonces él le dijo: «Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo soy hombre severo que tomo lo que no puse y siego lo que no sembré».
_Lucas 19: 22_
Una señora de edad había esperado toda la vida la oportunidad de viajar en tren. Quería contemplar, devorar cada paisaje con los ojos y disfrutar todo cuanto pudiera en los kilómetros que iría a recorrer. Entró muy decidida en el vagón de pasajeros y cuando el tren partió, comenzó a acomodar los paquetes y cestas que traía, trató de arreglar confortablemente su asiento y acomodar las cortinas, de colocarse en situación cómoda pero… de repente, cuando ya estaba lista para contemplar la contemplación del paisaje, el conductor voceó el nombre de la estación a la cual estaban llegando. «Qué pena», dijo ella, «si hubiese sabido que llegaríamos tan pronto, no habría perdido mi tiempo en pequeñeces».
Es posible que sonrías mientras lees esta anécdota, pero en la mejor de las hipótesis nuestro viaje por la vida es relativamente corto. No podemos desperdiciar el tiempo en niñerias, sino que debemos ser diligentes y responsables en la administración de las cuatro áreas de la vida: El tiempo, los tesoros, los talentos y el cuerpo que Dios nos dió.
El versículo de hoy fue encontrado subrayado en la Biblia de Dwight L. Moody, y al lado había una nota escrita por él mismo, que decía: «condenado por no hacer nada».
La vida de Moody fue justamente una vida de acción. Criticado por otros por causa del pésimo inglés que hablaba, nunca se atemorizó, y en cierta ocasión, cuando alguien le dijo que cometía muchos errores gramaticales, le respondió: «Yo sé que cometo muchos errores, y que me faltan muchas cosas, pero estoy haciendo lo mejor que puedo con lo que tengo». Entonces fijó la mirada en el hombre y añadió: «mire mi amigo, por lo que veo, usted posee mucha gramática. ¿Qué está haciendo con ella para el Maestro?»
Si la vida no dura más o, en el mejor de los casos 90 años, ¿Por qué quedar de brazos cruzados, disculpando nuestra inactividad con el hecho de que no nos apoyan o nos critican? La única manera de no ser criticado es no hacer nada, pero aún así, te perderás por no haber hecho nada.
Vivir la vida es aceptarla con sus riesgos y desafíos, es colocar cada gota de sangre y cada gramo de energía para construir un sueño, es buscar nuestro lugar en el mundo, es buscar oportunidades y no quedar sentados, sintiendo compasión de nosotros mismos y creyéndonos los más desdichados de la vida.
Puedes hacerte las siguientes preguntas esta mañana: ¿Qué hice o construí hasta ahora en la vida? ¿Cuáles son mis sueños? ¿Hacía dónde voy? ¿Cómo pienso alcanzar mis objetivos?
*Los que cada día permanecen a los pies de Jesús,* recibirán poder de Él y no quedarán satisfechos con lo poco que consiguieron.
_Por Alejandro Bullón_
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