Querido hermano. pido a Dios que, así como te va bien espiritualmente, te vaya bien en todo y tengas buena salud» (3 Juan 2).
No esperes a sentirte enfermo, cansado o viejo para empezar a cuidarte. Cuanto antes adoptes hábitos saludables, mejor. Tomar decisiones saludables puede parecer intimidatorio, pero lo cierto es que hay un montón de trucos rápidos y fáciles que puedes aplicar. Estos son algunos impulsores de salud que puedes llevar a cabo en tres minutos o menos; verás qué fácil.
Cuenta tus bendiciones. Cuando reconoces las cosas buenas que hay en tu vida, abres paso a las emociones positivas. Los estudios han relacionado ese tipo de positividad con una salud mejor, una vida más larga y mayor bienestar. Contar tus bendiciones también te ayudará a eliminar los sentimientos negativos como la ira, la preocupación y la hostilidad, que empeoran tu salud porque llevan a la enfermedad. Al final de cada día, piensa o escribe cinco cosas por las cuales te sientes agradecido.
Respira. ¿Alguna vez te has enojado mucho y alguien te ha dicho: «Relájate y respira hondo»? Pruébalo, es un buen consejo. La respiración profunda revitaliza tu cuerpo, relaja los músculos e incluso reduce la presión sanguínea. Cuando tengas que abordar un proyecto de trabajo grande, cuando te enfrentes a un desafío atlético o cuando tengas que hacer algo que te asusta, respira hondo antes de empezar.
Sé más flexible. El cardio y las pesas no son el único tipo de ejercicios necesarios; la flexibilidad también es un componente importante para ponerse en forma. Al estirar, aumentas tu flexibilidad, y la flexibilidad mejora tu salud de muchas maneras: mejora la circulación, la postura, la coordinación, el equilibro y el rendimiento físico. También reduce el dolor, ayuda a prevenir enfermedades y libera el estrés. A lo largo del día, tómate un minuto o dos para estirarte. Intenta tocar el cielo o dóblate para tocarte los dedos de los pies y, cuando estés sentado en tu escritorio, gira la cadera a un lado y a otro. Estos ejercicios de estiramiento fáciles pueden ayudarte a ganar flexibilidad.
Ponlo en práctica: Prueba a hacer alguno de estos ejercicios hoy.
Ponlo en oración: ¡Da gracias a Dios por tu salud!