«De esta manera se hace realidad el amor en nosotros […] porque nosotros somos en este mundo tal como es Jesucristo» (l Juan 4: 17)
En la comedia romántica de 1990 Jerry Maguire, protagonizada por Tom Cruise, después de muchos giros en el argumento, Jerry vuela hasta California para reconquistar el corazón de la chica a la que ama. En una escena tremendamente sensiblera, con los ojos llorosos, él le dice: «Tú me completas». En las salas de cine de todo el mundo, muchos lloraron con él cuando escucharon esa frase tan sentimental, pues expresa lo que muchas personas, tanto chicos como chicas, querían oír: «Tú me completas». Enseguida se convirtió en el lema de aquellos que buscaban el amor, de aquellos que deseaban encontrar a alguien que les completase siendo su otra mitad.
Esa frase hizo que muchas mujeres se enamoran de Tom Cruise, y les hizo fantasear con un hombre que les dedicase esas palabras. Sin embargo, esto no representa lo que el Señor tiene en mente para nosotros; él quiere que seamos completos en él. Por supuesto, podemos amar y casarnos con alguien que nos complemente y que nos ayude a ser mejores personas, pero ningún ser humano puede completarnos. Si buscas a alguien que llene todos tus vacíos y que arregle todos los problemas que hay en tu vida, te sentirás decepcionado porque nadie puede lograr semejante cosa.
Muy a menudo cometemos el error de depositar toda nuestra confianza en la persona con la que salimos y apenas depositamos confianza en Dios. Esa persona se convierte en una especie de salvador para nosotros, e ignoramos al Señor. Sin embargo, la única manera de sentirnos completos es amando a Dios en primer lugar, ante todo. Cuando estamos completos en Dios, nos sentimos seguros de nosotros mismos, y dejamos de ser personas super necesitadas que buscan a alguien que las llene y complete.
En lugar de buscar a alguien que te conquiste con frases dulces, céntrate en permitir que el amor de Dios sea completo en ti. Tal y como dice I Juan 4: 12: «A Dios nunca lo ha visto nadie; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros».
Ponlo en práctica: Reflexiona seriamente en tus expectativas a la hora de salir con alguien. ¿Buscas a tu media naranja para sentirte completo? ¿Qué puedes hacer para ser completo en Cristo en lugar de buscar a otra persona que te llene?
Ponlo en oración: Pide al Señor que te envuelva con su amor y que te ayude a sentirte lleno y completo en él.