En la visión que me hizo ver el Espíritu, el ángel me llevó a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios, Apocalipsis 21 : 10.
La montaña más alta del mundo es el Monte Everest, situado en la cordillera del Himalaya en la frontera entre China (Tíbet) y Nepal. Esta montaña recibió su nombre en honor a sir George Everest, topógrafo de la India en el siglo XIX. Antes, se la conocía como Montaña XV. Su pico más alto está a 8,848 metros sobre el nivel del mar. La cumbre está virtualmente desprovista de vida. Ahí hay vientos feroces y temperaturas bajísimas, usualmente bajo cero.
Este pico ha atraído a muchos alpinistas desde que una expedición británica, bajo el liderazgo de George Mallory, intentó escalarla en 1921. Llegaron a la marca de 7,005 metros y tuvieron que regresar. Al año siguiente, varios hombres de Mallory murieron en un intento por escalar la montaña. Luego, en 1924, Mallory y un amigo llegaron a los 8,570 metros, pero jamás volvieron a ser vistos. Habían intentado subir por el difícil Collado Norte, cosa que nadie volvió a intentar hasta 1982. Ese equipo también fracasó, pero el 8 de octubre de 1983, un equipo de hombres llegó a la cima por el Collado Norte. Les llevó cinco semanas y media. Todavía recordamos esa hazaña, 35 años después.
Los primeros alpinistas que llegaron a la cima, hasta donde sabemos, fueron Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgay. Fue el 29 de mayo de 1953. El Monte Everest ha fascinado y retado a muchos alpinistas, y 248 de ellos han perdido sus vidas mientras intentaban realizar el ascenso. Más de cuatro mil alpinistas, tanto hombres como mujeres, han llegado con éxito a la cima.
Los alpinistas dicen que la vista desde el Monte Everest es hermosa. Juan, el profeta de Patmos, en visión, vio la Nueva Jerusalén desde una montaña alta y también dijo que era hermosa. Dile a Dios hoy cuánto deseas estar en su Nueva Jerusalén. Pídele que te ayude a prepararte cada día con una vida que lo honre.