<<Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos>>. Proverbios 15: 3
JOAQUIM GOMES DA SILVA, dispus de terminar todas sus actividades, toma la carretera de San Pablo a Curitiba. Más o menos a la altura de Itapecerica de Serra mira el reloj. Eran exactamente las 8:02 p.m. Conduciendo con prudencia a la velocidad que la ley decreto, debería llegar a Curtiba a eso de las 2 de la madrugada, pero Joaquim tenía la medianoche. El auto, un poderoso Gol 1. 8 negro, tenia maquina de sobra para conseguir su objetivo. Piso fuerte y comenzó a dejar a todo el mundo atrás. A veces encontraba dificultades para sobrepasar, por causa de la larga fila de camiones que tenía delante, pero con un <<poquito>> de riesgo, y mucho coraje y habilidad, iba devorando los kilómetros que lo separaban de la familia.
En un puesto de gasolina, a la entrada de Jacupiranga, Joaquim para para ir al baño. Fue una parada de apenas 5 minutos. Cuando estaba por subir al auto se acordó de comprar caramelos; regresa al negocio y se demora dos minutos más. Mira el reloj. Eran las 10:25. Estaba dentro del tiempo previsto. Respira hondo y toma nuevamente la carretera.
Exactamente a las 10:38, unos 20 kilómetros más adelante, sucedió la tragedia. Joaquín estaba forzando un sobrepaso en zona prohibida, cuando de repente vio delante de sì un enorme camión. Trató de ir hacia la banquina y el chofer del camión tuvo la misma idea. Todo fue tan rápido y violento que Joaquim no vivi para contar la historia. La historia nació en mi cabeza, pero es copia fiel de la realidad en varias de las carreteras del Brasil.
Ahora vienen algunas preguntas ¿Qué hubiese sucedido si Joaquim no se hubiera parado en el puesto de Jacupiranga? ?Habría ocurrido el accidente si el joven no hubiese perdido dos minutos comprando los caramelos? ¿Y si el chofer del camión no hubiese entrado en esa curva exactamente a las 10: 38? Existe el destino o son decisiones equivocadas? ¿Es coincidencia o fatalidad?
¿Cómo sería si en lugar de pensar en los dos minutos perdidos en la compra de caramelos, pesáramos en la imprudencia de correr a mis de 100 kilómetros por hora y hacer sobrepasas peligrosos? ¿Joaquín murió porque estaba escrito en los astros o porque hizo una decisión equivocada, en el momento errado y en el lugar incorrecto?
Si nuestro destino estuviese determinado por la posición de los astros, ¿Cuál sería la participación humana en el transcurso de la vida? Nadie puede huir a su responsabilidad. Nadie puede esconderse detrás del destino para explicar la falta de valor o la irresponsabilidad. No existe fatalismo. Existen oportunidades aprovechadas o desperdiciadas, existe libertad. En eso consiste nuestra semejanza con el Creador.