«No se olviden ustedes de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen: porque estos son los sacrificios que agradan a Dios Hebreos 13: 16.
Allan Guei era un estudiante de dieciocho años que jugaba muy bien al baloncesto, además de que sacaba excelentes calificaciones. Esta combinación lo hizo elegible para el concurso de tiro libre de la secundaria Compton, donde el premio consistía en una beca de cuarenta mil dólares.
Allan sabía que aquel dinero sería de gran utilidad para su familia, que había emigrado a los Estados Unidos desde Costa de Marfil, en África. A pesar de la presión, no desistió y venció a los otros siete finalistas, ihaciéndose merecedor de los cuarenta rnil dólares! Aquí es donde la historia se pone realmente interesante. Unas pocas semanas después de la competencia, Allan recibió la noticia de que había ganado una beca completa de baloncesto en la Universidad Estatal de California. Y para mejorar aún más las cosas, recibiría una beca adicional que le permitiría ahorrar la mayor parte del premio de los cuarenta mil dólares del concurso de tiro libre.
Pero Allan no podía dejar de pensar en los otros siete talentosos competidores del concurso de tiro libre. Ellos también tenían el sueño de ir a la universidad y necesidades muy reales de ayuda financiera. Así que Allan decidió donar los cuarenta mil dólares a los otros siete jóvenes. «He sido muy bendecido y sé que todos tenemos problemas económicos, así que estoy seguro de que este dinero realmente ayudará a mis compañeros —dijo—. Esta es la decisión correcta».
Él se había ganado el dinero y tenía todo el derecho de quedárselo. Nadie lo habría culpado si así lo hubiera hecho. Pero decidió ser generoso y, como resultado, otras siete vidas cambiaron.
La Biblia nos anima a buscar el bien de los demás y no solo el nuestro: «No hagan nada por rivalidad o por orgullo, sino con humildad, y que cada uno considere a los demás como mejores que él mismo. Ninguno busque únicamente su propio bien, sino también el bien de los otros» (Filipenses 2: 3-4). Y esto es ecxatamente lo que Allan hizo.
Ponlo en practica: Busca el bien de alguien mas esta semana. Encuentra la manera de ayudar a alguien con un acto de generosidad o amabilidad.
Ponlo en oración: Pídele a Dios que te permita tener una humildad de valorar a otros por encima de ti mismo.