«Un amigo es siempre afectuoso, y en tiempos de angustia es como un hermano» (Proverbios 17:17).
Estaba paralizado y no podía caminar ni trabajar. Lo único que hacía era permanecer acostado en su lecho día y noche. Sin embargo. aquel pobre hombre tenía algo a su favor: cuatro excelentes amigos. Cuando aquellos cuatro hombres se enteraron de que Jesús estaba en su ciudad, decidieron hacer lo que fuera necesario para que su amigo paralítico fuera sanado.
No puedo contar la historia mejor que Marcos. por tanto lee lo que él escribió sobre la manera creativa y contundente que utilizaron aquellos hombres para llevar a su amigo a Jesús a pesar de la multitud que lo rodeaba: «Algunos días después, Jesús volvió a entrar en Cafarnaúm. En cuanto se supo que estaba en casa, se juntó tanta gente que ni siquiera cabían frente a la puerta; y él les anunciaba el mensaje. Entonces. entre cuatro. le llevaron un paralítico. Pero como había mucha gente y no podían acercarlo hasta Jesús, quitaron parte del techo de la casa donde él estaba, y por la abertura bajaron al enfermo en la camilla en que estaba acostado. Cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al enfermo: » Hijo mío, tus pecados quedan perdonados. […] A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa». El enfermo se levantó en el acto, y tomando su camilla salió de allí, a la vista de todos. Por esto, todos se admiraron y alabaron a Dios, diciendo: «Nunca hemos visto una cosa así»» (Marcos 2: 1-12).
Los cuatro amigos rompieron el techo del lugar donde estaba Jesús, ¡y llevaron a su amigo a los pies del Maestro! Imagínate lo que se debió de sorprender la gente al ver que alguien rompía el techo. A nadie le gusta que otra persona se salte su turno en una fila, pero quizá en este caso a los presentes no les importó. La apasionada desesperación de aquellos amigos debió de haber enternecido los corazones del gentío, porque en vez de hacerlos esperar su turno, alabaron a Dios porque Jesús lo sanó.
Esa es la clase de amigos que todos queremos tener. ¿Por qué no te propones ser ese tipo de persona? Cuando tus amigos estén en necesidad, ora por ellos, aliéntalos y vete a ayudarlos. Tus actos de bondad serán parecidos a abrir un techo para llevarlos a Jesús.
Ponlo en práctica: ¿Tienes un amigo que necesita algún tipo de ayuda? Haz algo al respecto.
Ponlo en oración:Agradece a Dios porque él es tu amigo. Asimismo, dale las gracias por los amigos que tienes.