Lee Tito 2:13. ¿Qué gran esperanza tenemos y por qué?
______________________________________________
_______________________________________________ Al describir sus creencias sobre los orígenes de nuestro universo, un
conferenciante explicó que hace unos trece mil millones de años “una masa
minúscula infinitamente densa surgió de la nada, y la masa explotó, y de esa
explosión nació nuestro universo”. El catedrático no dijo de qué modo esta
“masa infinitamente densa” pudo surgir de la nada. Simplemente asumió,
por fe, que fue así. Ahora bien, como vimos en la introducción de la lección de esta semana,
en nuestros orígenes encontramos nuestros finales. Esta es la razón por la
que, según este conferenciante, nuestros finales no son demasiado esperanzadores,
al menos a largo plazo. El universo, creado a partir de esta “masa
minúscula infinitamente densa”, está condenado a una extinción futura,
junto con todo lo que está en él, incluyendo a la humanidad, por supuesto.
En contraste, el concepto bíblico de nuestros orígenes no solo es mucho
más lógico que esta visión, sino también mucho más esperanzador. Gracias
al Dios de los orígenes, nuestras perspectivas a largo plazo son muy buenas.
Tenemos mucho que esperar del futuro, y esta esperanza descansa en la
promesa de la segunda venida de Jesús.
Lee 2 Timoteo 4:6 al 8. ¿De qué está hablando Pablo aquí, y en qué deposita
su esperanza?
Aunque Pablo está pronto a ser ejecutado, vive con la seguridad de la
salvación y la esperanza del regreso de Cristo, lo que Pablo llama “su venida”
(2 Tim. 4:8). Le espera una “corona de justicia”, por supuesto no su propia
justicia (1 Tim. 1:15), sino la justicia de Jesús, sobre la que Pablo sabe que
reposa su esperanza en la promesa de la Segunda Venida. A pesar de sus
circunstancias inmediatas, que en el mejor de los casos eran deprimentes
(en la cárcel, esperando a ser ejecutado), Pablo sabe que sus perspectivas
a largo plazo son muy buenas. Y eso es porque contemplaba el panorama
general, no se enfocaba solamente en la situación inmediata.
A pesar de tus circunstancias inmediatas, ¿cómo puedes tener la misma esperanza que Pablo? ¿De qué modo podemos aprender a mirar el panorama general y la esperanza que este nos ofrece?