«Entonces el furor del Señor se encendió contra Moisés, y le dijo: «¿No conozco yo a tu hermano Aarón el levita? Yo sé que él habla bien. He aquí que él viene a tu encuentro; y al verte, se alegrará en su corazón Exodo 4: 14, RVA15
EL ANHELO DE AFECTO Y AMOR es instaurado en el corazón por Dios mismo. Cristo, en los momentos de su agonía en el Getsemaní esperaba el apoyo de sus discípulos. Pablo, aunque aparentemente inmune a las penalidades y el sufrimiento, anhelaba compresión y aliento. — Los hechos de los apóstoles, cap. 47, p. 366, adaptado. Tenemos que cultivar la sociabilidad; pero no únicamente por el puro placer de pasarlo bien, sino con un propósito más elevado. — Obreros evangélicos, «Las calificaciones», p. 131. Nuestras relaciones con todo el mundo deben estar en consonancia con los intereses eternos, los de los demás y los nuestros. — Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 233. Hemos de reunirnos […] para hacer todo para gloria de Dios. […] De todas las reuniones destinadas a la recreación, de un constante trato afable, tendríamos que obtener nueva fuerza para llegar a ser mejores mujeres y mejores hombres. De toda fuente posible adquiramos más valor, mayor energía, fuerzas renovadas, a fin de elevar nuestra vida a la pureza y la santidad, y no descender al bajo nivel de este mundo. — Ibíd., t. 2, pp. 519520. «Entonces Dios se enojó con Moisés y le dijo: «iPues ahí tintes a tu hermano Aarón, el sacerdote de la tribu de Oví! Aarón habla muy bien, y sabe convencerá la gente. Además, ya ha salido a tu encuentro, y se alegrará de verte»». Éxodo 4: 14, TLA