En mi Biblia: «El orgulloso termina en la vergüenza, y el humilde llega a ser sabio» (Proverbios 11: 2, TLA).
Tiempo para aprender buenos hábitos
FALTABAN tres semanas para el banquete de la escuela. Sara se la pasaba diciéndoles a los niños y niñas de su clase: «Nadie va a tener un vestido y unos zapatos como los míos.
Voy a arreglarme el cabello en el salón de belleza de Margie. Creo que voy a lucir fantástica».
Finalmente llegó el día de la cena y todas las miradas estaban puestas en Sara, mientras ella caminaba hacia su asiento. De repente Sara se resbaló, perdió el equilibrio y cayó al suelo frente a todo el mundo. Sara comenzó a llorar.
Todos comentaron que Sara había estado presumiendo demasiado. No es bueno dejar que el orgullo se apodere de tu corazón. El versículo de hoy dice que el orgulloso termina en la vergüenza. La vergüneza es la humillación, como le ocurrió a Sara. Jesús es el único que puede protegerte de la vergüenza y del orgullo.
Actividad:Pídele a mamá o a papá que te expliquen por qué razones no hay que ser presumido.
Oración: Jesús, quiero que arranques el orgullo de mi corazón. Amén.