LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Mateo 24:1-25; Apocalipsis 13:11-17;
Mateo 7:24-27; Lucas 21:20; Mateo 25:1-30.
PARA MEMORIZAR: “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes se- ñales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mat. 24:24).
En Mateo 24 y 25, Jesús revela importantes verdades sobre el fin de
los tiempos y sobre cómo prepararse. En un sentido, estos capítulos
contienen lo que Cristo enseñó sobre los acontecimientos finales. Al
mismo tiempo, al contemplar el futuro más inmediato, él ve la destrucción
inminente de Jerusalén, una tragedia de proporciones catastróficas para
su pueblo.
En las palabras dichas a sus discípulos, Cristo no solo les habla a ellos,
sino también a sus seguidores de las generaciones siguientes y, en especial, a
los de la última generación, que estará viva cuando él regrese. Jesús no pinta
un cuadro bonito. Guerras, rumores de guerra, pestilencias, falsos Cristos y
persecuciones: esta será la suerte del mundo y de su iglesia. Sorprendentemente
–o en realidad, no–, al mirar hacia atrás, podemos ver cuán exactas
fueron sus predicciones. Por lo tanto, podemos confiar en él para las predicciones
que todavía no se han cumplido en la historia ni en nuestra vida.
Sin embargo, Jesús no solo advirtió en cuanto a lo que vendría. En Mateo
25 contó parábolas que, si se las atiende, prepararán a su pueblo para cuando
venga el “Hijo del Hombre”. Sí, vendrán tiempos difíciles, pero el Señor preparará
a un pueblo con el que se encontrará cuando regrese