«Por supuesto, la religión cristiana hace que nuestra vida sea mucho mejor, pero solo cuando uno está contento con lo que tiene». I Timoteo 6: 6, TLA
LA CONFIANZA EN EL AMOR DE DIOS y en su soberana providencia aligera nuestras cargas de ansiedad y preocupaciones; llena de alegría y de satisfacción el corazón de los encumbrados y los humildes. El cristianismo tiende directamente a fomentar la salud, alargar la vida e intensificar el disfrute de todas sus bendiciones; es una fuente inagotable de genuina felicidad. iOjalá que todos aquellos que no han escogido a Cristo se den cuenta de que él tiene algo que ofrecerles que es muchísimo mejor que todo lo que andan ellos buscando! Nos hacemos a nosotros mismos un daño e injusticia inmensos cuando pensamos y actuamos contrariamente a la voluntad de Dios. — Patriarcas y profetas, cap. 58, pp. 587-588, adaptado. Si queremos ser realmente felices, debemos luchar por alcanzar el carácter que Cristo manifestó. Algo que destacaba en Jesús era su altruismo y su generosidad. Cristo no vino en «busca» de «su propio interés» (1 Cor. 13: 5, RV77). «Anduvo haciendo bienes» (Hech. 10: 38), y eso era su «comida» y alimento (Juan 4: 34). Siguiendo el ejemplo del Salvador, podemos estar en íntima comunión con él; y tratando diariamente de imitar su carácter y seguir su ejemplo, seremos una bendición para el mundo, y obtendremos para nosotros consentimiento aquí y recompensa eterna en la otra vida. — Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 224. «Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de élprocede nuestrafey él es quien la Perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin hacer caso de lo vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y se sentó a la derecha del trono di Dios». Hebreos 12: 2, DHH