En mi Biblia: «Serán mis testigos» (Hechos 1:8, NVI).
Tiempo para aprender buenos hábitos
A ELENA y a Rolando les gustaba ser cristianos. Ellos deseaban que sus amigos también lo fueran. Así que preguntaron a su abuelito qué podían hacer para hablarles a sus amigos de Jesús.
—Esa es una excelente idea, chicos. A Jesús le encanta que hablemos de él a los demás —dijo el abuelo—. Debemos ser sus testigos. Un testigo cuenta lo que sabe de algo o de alguien. ¿Qué sabes tú de Jesús?
—Que él nos ama y que murió para salvarnos —dijo Elena.
—Que nos llevará al cielo con él —añadió Rolando.
—Eso es lo que dirán a sus amigos —dijo el abuelo—.
Pero pueden hacer más. Sean bondadosos como Jesús. Que cuando sus amigos los vean a ustedes, vean a Jesús y quieran ser como él. ¿No te gustaría a ti ser también un testigo?
Actividad: Habla hoy con uno de tus amigos acerca de Jesús. Dile lo que más te gusta de Jesús, para que tu amigo también sepa cómo es Jesús.
Oración: Querido Jesús, ayúdame a ser testigo tuyo. Amén.