Yo no quisiera que mi sangre fuera derramada lejos de la presencia del Señor, ¡pero Su Majestad ha salido en busca de una pulga, y me persigue por los montes como a una perdiz!, 1 Samuel 26: 20.
Los felinos, que son los animales de la familia de los gatos, vienen en diversos colores y tamaños. En los próximos días hablaremos de varios de estos cazadores silenciosos, sobre todo de los de Asia, donde viven muchos de ellos. Vagan por el sur de Rusia y el norte de la India; por los países de Nepal, Paquistán, China, Java, Sumatra, Borneo, Tibet, Birmania y Tailandia; también en la isla Iriomote, al sur de las islas japonesas de Ryukyu.
Veinte especies diferentes de felinos viven en esa amplia zona. Por supuesto, ya conoces al tigre, probablemente el más famoso y el que recibe más atención. Pero muchas otras especies diferentes de felinos viven en territorio de tigres; viven con discreción. Veámoslos del más grande al más pequeño.
Los leones asiáticos, conocidos como los reyes de las bestias, alguna vez abundaron desde el Medio Oriente hasta India. Hoy apenas quedan 400 aproximadamente en el Bosque de Gir en la India (hay casi mil en los zoológicos del mundo). Los leones son los únicos felinos que viven en grupo.
Tres especies de leopardos viven también en este territorio: el leopardo moteado, la pantera nebulosa y el leopardo de las nieves. El moteado es el más notable de Sri Lanka, mientras que el negro prevalece más en bosques tropicales. Quedan relativamente pocos leopardos de las nieves y leopardos moteados en el mundo, pues han sido cazados por su hermosa piel. Los leopardos de las nieves viven en las montañas de Himalaya, Pamirs, Altái, Hindú Kush y Tian Shan. El leopardo de las nieves necesita comer más de 900 kilos de comida al año para sobrevivir. Jamás se ha sabido que ataque a la gente, a diferencia del leopardo moteado.
Cuando a David lo perseguía el rey Saúl, pidió al Señor que lo cuidara. Seguramente a ti no te persiga nada ni nadie, y mucho menos un rey, para quitarte la vida, pero el diablo acecha a sus víctimas en silencio. Cada mañana, entrega otra vez tu corazón a Jesús. Pídele que te ayude hoy a no ser una de las víctimas del diablo.