LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 2 Timoteo 3:1-9; Ezequiel 14:14;
Filipenses 4:4-13; Proverbios 3:5; 1 Pedro 2:11, 12; Mateo 7:23; 25:21.
PARA MEMORIZAR: “Mantengan entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día de la salvación” (1 Ped. 2:12).
Como mayordomos, debemos vivir como testigos del Dios al que servimos;
esto significa que debemos ejercer una poderosa influencia sobre
los que nos rodean, una influencia para el bien.
Por lo tanto, nuestra historia no debe aislarse del mundo que nos rodea,
sino que tenemos el privilegio de mostrarles una mejor manera de vivir a los
que no saben lo que hemos recibido. La mayordomía es el acto de beneficiarse
al asumir el llamado de Dios a llevar una vida piadosa. Dios nos da la habilidad
de llevar una vida diferente a cualquier otro estilo de vida en la tierra (2 Cor.
6:17), y es algo que los demás deben notar y por lo que incluso deberían sentir
curiosidad. Por eso, se nos dice: “Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones,
y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre
y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en
vosotros” (1 Ped. 3:15).
Esta lección final analizará los beneficios personales, los resultados espirituales,
los resultados exitosos, nuestra influencia y la clave del contentamiento
en la vida del mayordomo, sabiendo que todo se reduce a esto: “Cristo
en vosotros, la esperanza de gloria” (Col. 1:27).
Lección de Escuela Sabática Para Adultos 2018. 1er trimestre 2018 “MAYORDOMÍA: LAS MOTIVACIONES DEL CORAZÓN” Lección 13: «LOS RESULTADOS DE LA MAYORDOMÍA»