«Porque ustedes son un pueblo apartado especialmente para el Señor su Dios; el Señor los ha elegido de entre todos los pueblos de la tierra, para que ustedes le sean un pueblo especial» (Deuteronomio 7: 6).
¿ES LARGA TU LENGUA? Por ejemplo, si se celebrara un concurso para ver quién tiene la lengua más larga, ¿crees que lo ganarías? Bueno, si ese concurso se celebrara en el reino animal, los más firmes candidatos al título serían la jirafa, el camaleón, el oso hormiguero y un murciélago de Ecuador llamado Anoura fistulata.
La longitud promedio de la lengua humana es de 8.5 centímetros; sin embargo, a quienes hablan mucho les dicen que tienen la lengua muy larga. Les dicen así porque hablan demasiado, de una forma que molesta a quienes escuchan.
En la Biblia se habla de la lengua, y se dicen cosas muy interesantes. ¿Quieres descubrir algunas? Pues vamos, acompáñame en un breve recorrido. Luego, si el tema te interesa, puedes buscar la palabra «lengua» en una concordancia bíblica y seguir aprendiendo más tú solito. Leamos estos versículos:
• «Refrena tu lengua de hablar mal, y nunca digan mentiras tus labios» (Salmo 34: 13).
• «De la lengua de los sabios brota sabiduría» (Proverbios 15: 2).
• «Si alguno cree ser religioso, pero no sabe poner freno a su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no sirve de nada» (Santiago 1: 26).
• «La lengua es una parte muy pequeña del cuerpo, pero es capaz de grandes cosas. ¡Qué bosque tan grande puede quemarse por causa de un pequeño fuego!» (Santiago 3: 5).
¿Te gusta ser bombero? Porque eso es lo que le toca ser a la persona que tiene la lengua muy larga o que dice muchas mentiras: tiene que ir apagando fuegos todo el día, para que no ardan demasiado las palabras que pronunció. Estresante, ¿no crees? Mucho mejor es pedirle a Jesús cada día que nos ayude a usar bien este instrumento que tenemos llamado lengua. Es decir, que nos ayude a usarla para el bien.