«Pero te confesé sin reservas mi pecado y mi maldad; decidí confesarte mis pecados, y tú, Señor, los perdonaste» (Salmo 32: 5). «Pero Dios me salvará del poder de la muerte, pues me llevará con él» (Salmo 49: 15). «Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor» (Mateo 9: 36).
«Así pues, queridos hermanos, estas son las promesas que tenemos. Por eso debemos mantenernos limpios de todo lo que pueda mancharnos, tanto en el cuerpo como en el espíritu; y en el temor de Dios procuremos alcanzar una completa santidad» (2 Corintios 7: 1). «Pero si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios, que es justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad» (1 Juan 1: 9).
Lee algunos Puntos de impacto adicionales (los que vienen en paréntesis) y califícate a ti mismo en cada enunciado con un porcentaje (donde el 0% significa «Para nada»,y 100% significa «¡Eso soy yo todo el tiempo!»)
_____Busco a Dios en todo lo que hago (Mateo 6: 33).
_____ Seguir a Cristo es mi mayor deseo (Mateo 16: 24).
_____ Amo al Señor con toda mi alma (Mateo 22: 27).
_____ Amo a mi vecino, como a mí mismo (Mateo 22: 39).
_____Sé que Dios me ha llamado de acuerdo a sus propósitos (Romanos 8: 28).
_____ Soy un sacrificio vivo para Dios (Romanos 12: 1, 2).