Perdónense mutuamente, como Dios los perdonó a ustedes, Efesios 4:32.
Necesitarás un juguete que ya no quieras, para regalarlo.
Cuando desobedecemos a nuestros padres, ellos se sienten muy tristes y desean que cambiemos nuestra mala conducta. Pero hay dos palabras mágicas que pueden ayudar a que ellos vuelvan a estar felices: ¿Me perdonas?
Tus padres se sentirán felices al escucharlas y te darán su perdón. ¿Qué es el perdón? Te lo voy a explicar.
Primero toma la hoja y con los crayones, haz todo tipo de garabatos y manchones. Verás, cuando nos portamos mal, nuestra vida se mancha; queda cada vez más sucia, como la hoja que acabas de rayar. Pero si usamos las palabras mágicas y pedimos perdón, entonces sucede algo maravilloso.
Con la ayuda de tus padres, ahora toma la pintura blanca y usa la brocha para pintar sobre los rayones negros. ¿Qué pasa?
Pues la pintura, que es como el perdón que nos dan nuestros padres, cubre todos los rayones y la hoja queda blanca nuevamente.
¡Qué bonita se ve! ¡Como si nunca hubiéramos hecho nada malo!
Por eso es importante usar constantemente esas palabras mágicas.
HABLA CON JESÚS
Querido Jesús, te doy gracias por el perdón que siempre me dan mis padres. Ayúdame a portarme bien. Amèn.