Hay amigos más fieles que un hermano Proverbios 18:24.
(Necesitarás el dibujo de un perrito para colorear, lápices de colores y un regalo para tu mascota) (si la tienes).
Ese fin de semana, el profesor Ueno y su hija fueron a la granja de unos amigos. Todo fue divertido, pero lo mejor es que regresaron a su casa con un regalo de parte de sus amigos: ¡Un hermoso perrito! Al principio se veía enfermizo porque no quería comer, pero pronto se recuperó y lo llamaron Hachiko.
Pasaron los meses y los años. La hija de Ueno se casó, así que el profesor se quedó solo con Hachiko. Todos los días, para ir a su trabajo, Ueno tenía que tomar el tren. Su perro siempre lo acompañaba a la estación. Por la tarde, cuando regresaba,
Hachiko estaba allí, esperándolo.
Ueno y Hachiko eran inseparables. Jugaban juntos,
Hachiko comía al lado de la mesa, se recostaba junto a su amo en el sofá. Pero años después, en una mañana triste, el profesor murió. Hachiko, creyendo que su amo seguía vivo, iba cada mañana y cada tarde a la estación del tren a esperarlo, pero él no aparecía.
La gente del pueblo pronto se dio cuenta de la lealtad del perro hacia su amo y en abril de 1934, se levantó una estatua de bronce en su honor. Hachiko estuvo presente el día que se inauguró.
Los animales nos enseñan que debemos amar y ser fieles a nuestros papás, maestros y amigos.
HABLA CON JESÚS:
Gracias, Jesús, porque puedo aprender grandes lecciones de los animales. Ayúdame a ser leal a mis seres queridos. Amén.