«Cristo conocía la situación de esta mujer. Él sabía que ella anhelaba verle, y se colocó en su camino. Ayudándola en su aflicción, él podía dar una representación viva de la lección
que quería enseñar. Para esto había traído a sus discípulos. Deseaba que ellos viesen la ignorancia existente en las ciudades y aldeas cercanas a la tierra de Israel. El pueblo
al cual había sido dada toda oportunidad de comprender la verdad no conocía las necesidades de aquellos que le rodeaban. No hacía ningún esfuerzo para ayudar a las
almas que estaban en tinieblas. El muro de separación que el orgullo judío había erigido impedía hasta a los discípulos sentir simpatía por el mundo pagano. Pero las barreras debían ser derribadas» (El Deseado de todas las gentes, p. 366).
La cita de la sección, Más Luz, revela cómo podemos estar ciegos ante las necesidades de las personas que nos
rodean a causa de nuestros prejuicios.
Trata de identificar algunos prejuicios que tengas contra los demás. Los prejuicios a menudo pueden ser inconscientes. Lee la Biblia y pídele a Dios que te ayude a identificar esos prejuicios y que te ayude a eliminarlos, asimismo pídele que te revele las necesidades de aquellas personas contra las cuales has estado prejuiciado.