Dios es la luz y en Él no hay oscuridad. 1 Juan 1: 5.
(Necesitarás una lámpara de acampar.)
En compañía de tus, apaga la luz o cierra tus ojos. Ahora contesta las siguientes preguntas:
1. ¿Ves lo que hay frente a ti?
2. ¿Está oscuro?
3. ¿Qué color ves en la oscuridad?
Deja la luz apagada y usa una lámpara, para que sea tu luz, tus padres te cuenten la historia de la luz:
Antes de que Dios hiciera el mundo, no había luz. ¡Nada, absolutamente nada de luz! Tampoco había personas, animales, plantas, ni sol o estrellas.
¡NADA! Aunque ¿sabes algo? Antes de esas cosas, ya existía alguien. Era Dios.
¿Que te parece? El mundo ni siquiera existía, pero Dios ya existía. ¿Cómo te sientes al saber que Dios siempre estuvo presente? En algún momento de su existencia, Dios decidió crear nuetro planeta con todo lo que ahora tiene.
Lo primero que Dios creó fue la luz. Era necesaria, antes de crear el resto de los animales, las plantas y los seres humanos, porque todos necesitamos luz para vivir. Demos gracias a Dios porque se preocupa de nosotros y nos dió la luz que nos alumbra, como esa lámpara que tienes en tu mano, y nos permite ver todo lo que nos rodea.
HABLA CON JESÚS:
Jesús, muchas gracias por existir entes de la creación cuando no había absolutamente nada. Te doy gracias por la luz que me permite ver lo que me rodea.