«Aunque él me mate, me mantendré filme» (Job 13: 15).
EI arrastrar de pies de aquel hombre condenado a muerte era el único sonido que en el patio del castillo de Dublín. Una gran multitud se había congregado para ver como lo colgaban en la horca, no por haber cometido algún delito contra el estado o contra la umanidad sino por ser lo que nadie más en aquel pueblo protestante era: católico. Le entregaron dos documentos: uno era una orden de ejecución y otro, la garantía de perdón si se retractaba de sus creencias.
Agarró el documento de perdón y lo levantó en alto: «¿Ven aqui la condición que tengo que cumplir para salvar mi vida?
Lo único que me piden es que apostate de mi fe. Pero delante de Dios rechazo su oferta. Hasta mi último aliento glorificaré a Dios por ei honor que me ha dado al permitirme sufrir por él». Con estas palabras, Peter O’Higgins tiró al suelo el documento que garantizaba su vida y dio un paso hacia la soga que lo aguardaba. La gente que observaba frente al patíbulo fue testigo de cómo Peter daba gracias a Dios hasta el último instante. Tenía su esperanza puesta en el Señor, muriera o no.
El ejemplo de este hombre se hace eco de una declaración de fe similar que hizo hombre que sufría por su justicia. Job habló como quien había recibido un destino que merecía. Sus hijos estaban muertos, había perdido todo lo que tenía, su esposa le había dado la espalda y le había pedido que maldijera a Dios por lo que le estaba pasando y se dejándoia a ella viuda. A pesar de esto, Job tuvo la audacia de decir: «Aunque Dios decida matarme, yo me mantendré firme. Tengo mi confianza totalmente puesta en él».
Este tipo de fe merece que echemos un vistazo más en profundidad, porque cuando las cosas se difíciles es cuando se pone a prueba la verdadera naturaleza de nuestra fe.
Muchas veces observarnos a las personas que sufren y nos preguntamos cómo superar jas pruebas que están atravesando. En el fondo, lo que nos preguntamos es qué haríamos nosotros si estuviéramos en su lugar.
¿Diríamos «Olvídate de Dios, está claro que no existe porque permite que esto te pase»? ¿O nos mantendríamos firmes y haríamos a los problernas diciendo «que se haga la voluntad de Dios» ? Yo espero que cuando lleguen los peores momentos de mi vida, pueda tener la misma actitud de Job y que muchos otros que han dado su vida por Jesús: «Aunque él me mate, me mantendre firme». ¿Quieres poner tu confianza en Dios esta mañana,que tengas que enfrentar problemas, incluida la muerte?