«No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta», Romanos 12: 2
CÓMO SERÍA TU VIDA si vivieras solo para cumplir la voluntad de Dios?
¿Dónde estarías, si siempre hubieras hecho la voluntad de Dios? El texto de hoy afirma que la voluntad de Dios para ti es agradable y perfecta.
El apóstol Juan lo dice de otra manera: «Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma». Prosperidad en todas las cosas, no solo en la vida espiritual. Dios desea para ti lo mejor de lo mejor: esa es la voluntad «agradable y perfecta» del Señor. Pero esa promesa no se cumple en tu vida por casualidad; existe una condición. Y la condición es: «No te conformes con la manera de pensar de las personas que viven en estos días, sino renuévate por el conocimiento de la Palabra de Dios». El resultado es que comprobarás la buena voluntad de Dios para ti. «Comprobar», en el griego, es dokimazo, que tiene la connotación de apropiarse de un concepto después de haberlo analizado. ¿Quieres saber cuál
es la voluntad agradable y perfecta de Dios para tu vida? ¿Quieres que esa voluntad se haga una realidad en tu experiencia? Necesitas renovarte. No puedes acomodarte a la manera de pensar de los demás.
La mayoría de las personas de nuestro tiempo considera a Dios un detalle sin mucha importancia. El «dios energía» está de moda, porque no demanda compromiso; a la energía tú la usas y, cuando no la necesitas más, la descartas. Pero Dios no es simple energía, es una Persona. Y con una persona tienes que relacionarte con compromiso. Necesita estar presente en tus decisiones, proyectos y planes.
Hoy tienes la oportunidad de conocer la agradable y perfecta voluntad de Dios para ti. Por eso no salgas de tu casa sin la seguridad de que has renovado tu manera de pensar mediante el estudio y la meditación de la Palabra de Dios. Si lo haces, ciertamente hoy será un día de victoria, y los problemas que aparentemente no tenían solución se arreglarán; porque una cosa es luchar solo y otra, completamente diferente, es luchar sabiendo que Jesús está a tu lado. «No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta».