Lee 1 Pedro 4:12 al 14. ¿Por qué dice Pedro que no debieran sorprenderse por su sufrimiento? Ver también 2 Tim. 3:12; Juan 15:18.
Pedro deja en claro que sufrir persecución por ser un cristiano es participar de los sufrimientos de Cristo. No es algo que no haya de esperarse. Al contrario, como lo escribiría Pablo: “Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Tim. 3:12).
Jesús mismo advirtió a sus seguidores acerca de lo que enfrentarían: “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán” (Mat. 24:9, 10).
Según Elena de White: “Así será con todos los que deseen vivir píamente en Cristo Jesús. Persecuciones y vituperios esperan a todos los que estén dominados por el espíritu de Cristo. El carácter de la persecución cambia con los tiempos, pero el principio —el espíritu que la fomenta— es el mismo que siempre mató a los escogidos del Señor desde los días de Abel” (HAp 460).
Lee Apocalipsis 12:17. ¿Qué dice acerca de la realidad de persecución para los cristianos en los últimos días?
Sin duda, para un cristiano fiel, la persecución puede ser una realidad siempre presente. De esto está hablando Pedro aquí en advertencia a sus lectores sobre “el fuego de prueba” que estaban enfrentando.
El fuego era una buena metáfora. El fuego puede ser destructivo, pero también puede limpiar las impurezas. Depende de qué está siendo expuesto al fuego.
Las casas pueden ser destruidas por el fuego; la plata y el oro son purificados por el fuego. Aunque nunca debiéramos acarrearnos persecución adrede, Dios puede sacar algo bueno de la persecución. Así, Pedro está diciendo a sus lectores (y a nosotros): Sí, la persecución es mala, pero no se desanimen por ella como si fuera algo inesperado. Sigan avanzando por fe.
¿Qué podemos hacer para elevar, animar e, incluso, ayudar a aquellos que están sufriendo por su fe?