El Padre Celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan. Lucas 11: 13.
(Necesitarás una brocha, acuarelas y una hoja de papel).
Carlos tenía un especial talento para las artes. En la escuela siempre hacía los mejores dibujos y maquetas. Su papá, que era un hombre muy rico, notó esa habilidad y decidió apoyar a su hijo, al buscarle el mejor maestro de arte para que lo instruyera.
Buscó por toda la ciudad y encontró a un señor de sesenta años que daba clases en una academia. ¡Todos decían que él era el mejor! El papá de Carlos habló con él y logró que fuera a su casa cinco días a la semana.
Pagó una gran cantidad de dinero durante muchos años para que su hijo llegara a ser el mejor.
Pasados los años, Carlos llegó a ser en unos de los mejores pintores del mundo. Qué importante fue que tuviera al mejor maestro, ¿no crees?
Cuando Jesús se fue al cielo, sus discípulos se quedaron muy tristes sin su Maestro. Pero antes de irse, Jesús había prometido que vendría otro maestro en su lugar que los ayudaría y los guiaría.
Esa promesa se cumplió cuando el Espíritu Santo descendió.
El Espíritu Santo es el maestro que nos guía. Nos dice qué debemos hacer, nos ayuda y orienta en nuestra vida, hasta que llegamos a ser los mejores hijos y las mejores hijas de Dios en esta tierra.
Ahora, descubre cuán bien sabes pintar usando tus acuarelas.
HABLA CON JESÚS:
Gracias, Jesús, porque nos dejaste al mejor maestro, el Espíritu Santo. Amén.