«Mi Dios, la Roca que me protege». 2 Samuel 22 : 3 .
(Necesitarás una piedra lisa mediana, pintura blanca y un marcador negro).
Santiago estaba emocionado, pues el día siguiente sería su primer día en la escuela. Preparó su uniforme, su mochila, sus útiles escolares y su lonchera, A la mañana siguiente, todo parecía ir bien, hasta que llegó al colegio. Bajó del auto y vio muchos niños desconocidos y más grandes que él.
Entonces sintió temor, se le llenaron los ojos de lágrimas y abrazó fuertemente las piernas de su mamá.
—No me quiero quedar.
—Tienes que ser valiente —le dijo su mamá—. Habrá muchos niños de tu edad con los que vas a hacer amistad,
En ese momento llegó la maestra. Amablemente invitó a Santiago a pasar al salón.
Santiago no quería separarse de su mamá, pero fue necesario. Después de un rato, las cosas cambiaron. Conoció nuevos amiguitos y el temor desapareció.
¿Alguna vez sentiste miedo, igual que Santiago? ¿A qué?
La Biblia dice que Dios es como una roca, en la cual podemos refugiarnos para protegernos del peligro.
Busca una piedra lisa y mediana. Píntala de blanco y déjala secar. Con un marcador negro, escribe JESÚS sobre la piedra. Colócala en un lugar especial de tu habitación. Cada vez que tengas temor, toma la piedra en tu mano y repite: «Jesús es la roca que me protege».
HABLA CON JESÚS: Querido Jesús, te doy gracias por tu protección. Ayúdame a confiar en ti.