La primera vez que nos encontramos con Pedro, es un pescador en el Mar de Galilea (Mat. 4:18; Mar. 1:16; Luc. 5:1-11). Había estado trabajando toda la noche sin pescar nada. Entonces, él y sus compañeros obedecieron el mandato de Jesús de regresar al lago e intentar nuevamente. Qué sorprendidos debieron haber estado Pedro y los demás cuando sacaron tantos pescados que sus botes se hundían. ¿Qué debió de haber estado pasando por sus mentes después de este milagro?
Lee Lucas 5:1 al 9. ¿Qué nos dicen las palabras de Pedro a Jesús en Lucas 5:8? Es decir, ¿qué indicios nos dan acerca de dónde se encontraba él espiritualmente?
Pedro debió haber quedado impresionado por lo que conoció de Jesús. Aun antes de este milagro, cuando Jesús había dicho al grupo que echara sus redes al mar, la respuesta de Pedro, aunque se mostró incrédulo porque no habían pescado nada, fue: “En tu palabra echaré la red” (Luc. 5:5).
Pareciera que, ya entonces, Pedro sabía algo sobre Jesús y que este conocimiento lo impulsó a obedecer. De hecho, la evidencia sugiere que, antes de este evento, Pedro ya había estado con Jesús por un tiempo.
Quizás una clave se encuentre en Lucas 5:3, que habla de lo que sucedió antes de esta pesca milagrosa. “Y entrando [Jesús] en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud”.
Quizá las palabras de Jesús aquí fueron lo que impresionó primeramente a Pedro tan profundamente.
Sin embargo, después del milagro, Pedro percibió algo más en Jesús, algo santo en contraste con su propia pecaminosidad. Al darse cuenta de su pecaminosidad, y por disposición a reconocerla públicamente, Pedro mostró cuán abierto estaba al Señor. ¡No es de extrañar que haya sido llamado!
Cualesquiera que hayan sido sus faltas, y eran muchas, Pedro era un hombre espiritual que estaba listo para seguir al Señor, sin importar el costo.
Lee Lucas 5:11. ¿Cuál es el principio crucial aquí? ¿Qué nos indica este texto acerca de la clase de compromiso que nos pide Jesús? ¿Qué debería decirnos, también, el hecho de que estos pescadores estaban dispuestos a abandonarlo todo cuando sus redes acababan de llenarse?