«Solamente mi siervo Caleb ha tenido un espíritu diferente y me ha obedecido fielmente. Por eso a él sí lo dejaré entrar en el país que fue a explorar» (Números 14: 24).
Todavía yacía allí, con los huesos rotos tras el accidente, y ya estaba hablando de volver a montar en moto tan pronto como su cuerpo estuviera bien. Mi primo Keith era un temerario. Arriesgaba demasiado, rodaba a toda velocidad, era imprudente y salvaje. Cada vez que escuchábamos hablar de él era porque se había roto algún hueso o sufrido otro accidente. Se rompió la pierna, el brazo, la clavícula y eso es solo el comienzo. Pero nada nunca lo detuvo; de algún modo siempre regresaba a por más.
Mi temerario bíblico favorito es Caleb. La primera vez que lo vemos, está adentrándose secretamente en la tierra prometida junto con un grupo de espías; muy osado, considerando que estaba poblada por gigantes y guerreros. La mayoría de los espías regresaron de la misión inicial de exploración aterrados, pidiendo a Moisés que no intentara ninguna locura. Pero Caleb no. Él les hizo callar y alentó a Moisés para ir a conquistar la tierra prometida. La segunda vez que lo vemos, es décadas más tarde, con ochenta y cinco años de edad, pidiendo permiso para conquistar parte de aquella tierra por la que se había adentrado casi cuarenta años antes. Sorprendente mente, ¡lo hizo! La tierra pagana llena de «gigantes» que todos los oficiales del ejército temían atacar, Caleb la conquistó por su cuenta solo con su familia, Con ochenta y cinco años y todavía tan fuerte como el día en el que Moisés lo había enviado por primera vez, ¿Qué había en Caleb que lo hacía tan valiente y temerario? Creo que su secreto era que servía al Señor con todo su corazón, con «un espíritu» diferente al de los demás, un espíritu de valentía y no de temor (ver Números 14: 24).
Debido a que Caleb sirvió al Señor con todo su corazón, no tenía miedo de las cosas que asustaban a otra gente, Yo quisiera tener esa clase de coraje, ¿y tú? Quiero atreverme a servir al Señor con todo mi corazón, incluso si eso significa que voy a terminar haciendo algo aterrador y arriesgado. Si tú también lo deseas pídele a Jesús que te dé el valor de Caleb y prepárate manteniendo un estrecho contacto con él cada día de tu vida.