Y después de consultar con el pueblo, nombró algunos cantores para que alabaran al Señor con el himno: Den gracias al Señor, porque su amor es eterno (2 Crónicas 20:21, DHH).
¡Ahora! Los soldados se rodearon uno al otro, golpeando y empujando, agachándose y esquivando, tratando de encontrar el punto débil del otro.
—¡Huy! -Una espada atravesó la armadura, y el vencedor levantó los brazos en señal de triunfo.
-¡Alto! – ordenó el instructor y se acercó a los hombres-. Tómense un descanso. Los soldados descansados pelean mejor que los desgastados.
Los hombres se dirigieron hacia una multitud agrupada en torno a un mapa toscamente dibujado en la arena. Un hombre murmuró algo y señaló. -¿Revisando nuestro plan? -preguntó su general, al unirse al grupo.
Justo en ese momento, un mensajero irrumpió en la pista de práctica. Sudando, se detuvo y apoyó las manos en sus rodillas, tratando de recuperar el aliento.
-Agua -pidió el general. Y volviéndose hacia el mensajero, le preguntó con ansiedad-. ¿Qué noticias hay?
-Cambio de planes -el hombre abrió la boca, bebiendo agua de la cantimplora que le habían ofrecido-. No va a necesitar a estos hombres en el frente. -¿Qué? -el general se detuvo en seco-. ¿Por qué no?
-El Rey va a poner al coro adelante -respondió el mensajero-. Los cantantes conducirán.
-¿Cantantes? -repitió el general y se echó a reír- ¿Qué más tienes para mí? -Es verdad, mi señor. Mientras que los hombres de su compañía estaban afuera, afilando sus espadas, el resto de Judá estaba en la corte, escuchando al Rey.
¡Vamos a ganar! Dios envió a un profeta a decirnos que la batalla está en sus manos. Entonces, el Rey Josafat pidió un coro para las primeras filas. Vamos a marchar alabando a Dios, señor.
¿Y AHORA?
¿Cómo te sentirías yendo a una batalla con un coro a la cabeza? ¿Has visto a Dios hacer algo como esto en tu vida? ¿Por qué lo haría?
SPLASH:
Mientras los hombres de Judá marchaban hacia la batalla, Dios emboscó a sus enemigos y los confundió para que lucharon entre sí. Cuando el ejército de Judá llegó hasta sus enemigos, encontraron únicamente cuerpos muertos. Ningún enemigo había escapado.