No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios (Eclesiastés 7:9).
-Ah, solamente estás perdiendo el control porque eres pelirroja -bromeó Lucas a Carolina.
Ella sintió que su rostro levantaba temperatura de nuevo y respiró hondo.
Su debate durante el almuerzo con respecto a sus equipos de fútbol favoritos había sido bastante acalorado; sin embargo, ella sabía que su color de pelo no tenía nada que ver con eso.
-Ya sabes, Lucas; también tú tienes un temperamento fuerte -le dijo Mariana mientras le entregaba a Carolina un burrito humeante.
Los tres adolescentes eran parte de un grupo de jovencitos que estaba ayudando como tutores en una escuela primaria. Se habían convertido en buenos amigos y generalmente disfrutaban comparando sus opiniones. Justo en ese momento, un reducido grupo de los niños más pequeños se les acercó. Uno de ellos había estado llorando. Era Alicia; estaba apretando los puños, y su rostro se retorcía de ira.
Los ojos verdes de Carolina se suavizaron, mientras se inclinaba para escuchar a la niña.
-Víctor dijo que todas las chicas son estúpidas -dijo Alicia, mientras las lágrimas asomaban de nuevo-. ¡Lo odio! Si no quiere retractarse, le voy a pegar. Carolina le dijo a Alicia;
-Vamos; vamos a hablar con Víctor. Dios no quiere que odiemos a nadie. Él nos ama, y quiere que nos amemos los unos a los otros.
Lucas y Mariana vieron cómo Carolina se alejaba con los niños pequeños. -De acuerdo, puede ser que me haya dejado llevar por la emoción -admitió-.
No vale la pena arruinar una amistad por causa del fútbol.
¿Y AHORA? ¿Crees que nuestro color de cabello afecta nuestra personalidad? ¿Puedes ser bueno enfadarse? ¿Cuáles son algunos de los caminos adecuados para enfrentar la ira?
SPLASH:
El color del pelaje de un perro se relaciona con su asertividad. Los Cocker Spaniel de pelaje dorado son más asertivos que los oscuros, y los que tienen mezcla (multicolores) son más sosegados. Pero el medioambiente, más que el color de la piel, de termina la personalidad.