“Yo hice la tierra, y cree sobre ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los cielos, y a todo su ejército mande (Isaías 45:12)”
Ben corrió a la piscina de hidromasaje, salpicando al hacer su entrada. Ya estaba repleta de gente: su mejor amigo, Sergio Lewis; el hermanito de Sergio, Alex; los padres de ellos y la madre de Ben. Alex estiraba el cuello para mirar hacia arriba, al cielo nocturno. Ya era de noche y de acuerdo con el informe meteorológico, en unos pocos minutos habría una lluvia de meteoritos.
¿Cuándo ocurre un meteorito? -pregunto Alex.
El Sr. Lewis acaricio el pelo obscuro de su hijo.
Buena pregunta, amiguito -dijo-. Es cuando un meteorito vuela hacia nuestra atmosfera y se pone tan caliente que resulta en una mancha flameante en el cielo.
Alex ponderó la explicación, y luego pregunto:
¿Qué es un meteorito?
Es una roca espacial, o un trozo de cometa o de asteroide.
Vaya -dijo Sergio, dándole codazos a Ben-. ¡Eso es genial!, ¡rocas que caen desde el espacio hasta nosotros!
Ben miro a su mamá, que ya estaba reparando sus binoculares.
Mamá, ¿podría un meteorito recorrer todo el camino desde el cielo hasta la tierra? -preguntó.
Todos se quedaron sentados en silencio durante unos minutos más, pensando en las estrellas y los cometas, y en las rocas que posiblemente caen del cielo.
De repente, el primer meteoro brillante cruzo el cielo aterciopelado, casi demasiado rápido como para verlo. Luego otro y otro, hasta que los cielos estaban e llamas, con haces de luz en todas las direcciones. Algunos se veían lo suficientemente cerca como para intentar tocarlos.
¿Y AHORA?:
Si quieres ver el cielo en acción, hay libros y sitios
de Internet con increíbles muestras de este fenómeno.
SPLASH: La mayoría de los meteoritos son del tamaño de una pequeña piedrecita, como las que sacamos de los arroyos. Sin embrago, pueden variar desde el tamaño de una mota de polvo al de una roca de noventa meros de ancho.