Dice el necio en su corazón: No hay Dios (Salmo 14:1)
Sir Isaac Newton es considerado un genio de los siglos XVII y XVIII en el mundo de las ciencias y las matemáticas. Después de haber sido golpeado en la cabeza por una manzana que cayó de un árbol, hizo descubrimientos sorprendentes sobre la atracción gravitatoria y las leyes del movimiento. Desarrolló cálculos e, incluso, inventó un telescopio reflector. En la actualidad, en las cátedras de todo el mundo se estudia Ciencia a través de las observaciones de Newton.
Sin embargo, lo que en muchas aulas no se dice es el hecho de que Newton estaba asombrado por Dios. Estudiaba la Biblia con mucho cuidado. De hecho, escribió más páginas sobre sus descubrimientos de Dios de lo que escribió acerca de la ciencia. Newton probaba sus teorías religiosas con el mismo celo que sus teorías científicas. Cuanto más descubría sobre la ciencia, más aprendía acerca de Dios.
Muchos científicos hoy en día creen que todo sucedió por casualidad, y que no hay Dios. Newton, sin embargo, estaba completamente en desacuerdo. Por cierto, dijo: “Este hermoso sistema [el universo] solo podría proceder del dominio de un ser inteligente y poderoso”.
Lástima que en tantas aulas de la actualidad solamente se recuerde a Sir Isaac Newton por sus descubrimientos científicos. La Biblia dice que Dios se reveló a nosotros en las cosas que él creó, de modo que no habría ninguna excusa para que no podamos conocerlo. Si nos abrimos a estudiar las increíbles complejidades de la naturaleza, vamos a descubrir, tal como lo hizo Newton, que hay evidencias de Dios en todas partes.
¿Y AHORA? ¿Qué dirías a alguien que dice
que la ciencia no apoya la creencia
en Dios?
SPLASH:
Según el Libro de los récords Guinness la manzana más grande sacada de un árbol pesaba un kilo y medio, y fue recogida en Caro, Michigan, Estados Unidos, ¡Isaac Newton puede estar agradecido de no haber estado sentado debajo de ese árbol!