El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo: y los muertos en Cristo resucitarán primero (l Tesalonicenses 4:16),
Mi hijo! —La mujer lloraba a cada paso—. ¡Mi hijo, mi hijo! —su llanto llamó la atención de Jesús y sus discípulos, mientras se acercaban a la puerta de la ciudad de Nain.
Cegada por las lágrimas, la mujer tropezó justo Frente al féretro en el que yacía su hijo muerto. Era costumbre que la mujer caminase delante del féretro, ¡como un recordatorio de que fue a través de una mujer que la muerte entró en el mundo. Sin embargo, ellos debieron de haber tenido a muchas personas que los amaban, porque una multitud los seguía para darle sepultura al hijo.
—Mirala, pobrecita —decían—. Él era su único hijo.
—¿Quién se hará cargo de ella ahora? —se preguntaban.
Como viuda, sin ningún hombre para mantenerla, se enfrentaba a la inanición y a la muerte. Al verla, Jesús se vio abrumado por la tristeza.
«No llores -le dijo suavemente. Entonces se acercó y tocó el féretro—. Joven, a ti te digo: ¡Levántate!
Las personas se sorprendieron de que Jesús tocara el ataúd, contaminándose ceremonialmente. Pero se sorprendieron todavía más cuando el joven se incorporó y comenzó a hablar. Lucas 7 dice que Jesús se lo entregó a su madre, Solo podemos imaginar la alegría y el agradecimiento de esta madre. Sin embargo, cuando Jesús regrese a la tierra, hará lo mismo con todos sus hijos que duermen. Pero, esta vez les dará la vida eterna.
Es verdad. ¡Dios lo ha prometido!
¿Y AHORA? ¿Alguna vez has perdido a alguien cercano? ¿Que promesas en particular pueden darte esperanza?
SPLASH: Los antiguos egipcios construyeron sus pirámides alineadas con la constelación que contiene a Polaris, la Estrella del Norte Ellos creían que, de esta manera, cuando su faraón fuese enterrado en la pirámide tendría un camino directo hacia el cielo.