Él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te Intimides (Deuteronomio 31:8)
Dar un salto desde una cornisa al lago no era la idea que Carlos tenía de diversión. Se estremeció al observar cómo se acortaba la fila delante de él. Uno a uno, sus compañeros de cabaña asían la cuerda, corrían y se lanzaban por la cornisa.
El amigo de Carlos, Nahuel, le dio una palmada en el cuello.
-Tengo otro -gritó—. ¡Estos mosquitos son enormes!
Carlos había conocido a Nahuel en el jardín de infantes, cuando Nahuel lo desafío a comer pasta dental. Nahuel siempre retaba a Carlos para que hiciera cosas extrañas. Algunas de ellas estaban bien, como correr una milla extra en pista o cuando lo invitó a asistir a su iglesia el sábado.
—¡Vamos! Estoy seguro de que te agradará. Carlos —lo persuadió Nahuel.
Siempre decía eso. Por lo general, tenía razón; pero ¿saltar de los acantilados?
Ahora Carlos se situó en el borde del acantilado, mirando la oscilación de la cuerda sobre el lago azul profundo que estaba a continuación. El perfecto amor echa afuera el miedo, pensó, recordando la lección de la Escuela Sabática de la semana pasada. Avanza con fe y confíale a Jesús tu vida.
Carlos asió la gruesa cuerda con las manos, elevó una oración y se lanzó desde la comisa. Cuando emergió, pocos segundos más tarde, en el agua fría, sonrió.
—¡Eso fue impresionante! —oyó a Nahuel gritando desde lo alto del acantilado. Gracias, Dios, por estar conmigo, dijo Carlos en voz alta. Salir de su zona de confort no estaba mal, si contaba sus amigos: Nahuel ¡y Jesús!
Nota del traductor: la palabra BASE es una sigla formada con las primeras letras de las palabras
que indican los lugares desde dónde se salta, en inglés (Buildings: edificios, Antenrias: antenas, Spans:
arcadas de los puentes y Earth farmations: formaciones de la tierra como cañones o acantilados).
¿Y ahora? ¿Qué tipo de desafíos te hacen sentir miedo? ¿Es Dios capaz de cuidar de nosotros, sin importar el peligro en que podamos estar?
SPLASH: El salto BASE es un deporte como el paracaidismo, pero se salta desde edificios, antenas, puentes o formaciones de la tierra. Comenzó en 1978, cuando cuatro escaladores saltaron con paracaídas desde El Capitán, un acantilado de 1095 metros, en el Parque Nacional Yosemite.