Texto Clave: «Y brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas. Este dirá: “Yo soy de Jehová”; el otro se llamará del nombre de Jacob, y otro escribirá con su mano: “A Jehová”, y se apellidará con el nombre de Israel» (Isaías 44: 4, 5).
Más luz:
«Si Israel hubiese sido fiel a su cometido, todas las naciones de la tierra habrían compartido sus bendiciones. Pero el corazón de aquellos a quienes había sido confiado el conocimiento de la verdad salvadora no se conmovió por las necesidades de quienes les rodeaban. Cuando quedó olvidado el propósito de Dios, los paganos llegaron a ser considerados como estando fuera del alcance de su misericordia. Se los privó de la luz de la verdad, y prevalecieron las tinieblas. Un velo de ignorancia cubrió a las naciones; poco se sabía del amor de Dios y florecían el error y la superstición» (Profetas y reyes, p. 275).
Plan de lectura para esta semana:
Profetas y reyes, capítulos 26, 31. *Siguiendo este plan podrás leer al menos un libro cada año de la serie El Conflicto de los Siglos.
Sábado:
Después de completar la sección ¿Qué opinas? lee Isaías 11: 12. En Isaías 11, Dios le promete a Israel que un libertador especial vendría de Isaí, del linaje del rey David. Entre las tantas cosas que haría está: «Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra». ¿Qué mensaje esperaba dar Dios a las naciones vecinas al rescatar a los israelitas en exilio de los grupos que los habían llevado cautivos? ¿Cómo verían esas naciones a Dios después de un acto como este?
Si Dios tuvo en tan alta estima a los israelitas en su tiempo y a nosotros, los descendientes espirituales de Abraham, como para enviar a Jesús para salvarnos, ¿no deberíamos también compartir las buenas nuevas con los demás?