«Mejor es confiar en el Señor que confiar en el hombre». Salmo 118: 8
¿Sabes qué es esto que tengo en mis manos? Es un barquito de papel. Ahora lo pondré en este recipiente con agua. Mira, se está moviendo. ¡Qué lindo se ve!
Un día Jesús dio un paseo con sus amigos en un barco. Pero de repente comenzó a llover. ¿Conoces el sonido de la lluvia? Vamos a imitarlo. Primero con el dedo índice pégale a la palma de tu mano todo el tiempo seguido. Luego con dos dedos, luego con tres y continua hasta completar los cinco dedos de las manos. Así se escucha la lluvia.
Ese día estaba lloviendo tanto que parecía que el barquito se hundiría. Había mucho viento. Los amigos de Jesús tenían miedo y como el estaba dormido lo despertaron para pedirle ayuda. El se levantó y mando a calmar el mar y todo quedó tranquilo.
Cuando tu sientas miedo puedes orar a Jesús y confiar en que él te ayudará. Si tu amigo Jesús puede detener el viento y el mar, ¿que no podrá hacer si se lo pides con fe?